Rehabilitación integral de una vivienda con siglos de historia, situada en un núcleo urbano con un marcado valor patrimonial. La edificación original tiene su origen en el siglo XV, y fue transformada profundamente a finales del siglo XIX, momento en el que adoptó gran parte de su volumetría actual. La intervención actual se entiende como una nueva capa que se suma a este conjunto histórico, respetando sus huellas pero sin renunciar a una transformación profunda y contemporánea que dignifique la propiedad y asegure su continuidad.

El proyecto contempla una renovación estructural completa, incorporando nuevos sistemas constructivos que refuerzan y actualizan el edificio. Los elementos añadidos no intentan ocultarse, sino que se presentan con claridad, estableciendo un diálogo honesto con lo existente y permitiendo una lectura comprensible de las distintas etapas que conforman la historia del inmueble.

En el interior, se ha llevado a cabo una operación de tabula rasa: se vacían los espacios para repensar su lógica funcional y dotarlos de una nueva vida. La luz natural se convierte en el principal recurso arquitectónico. A través de lucernarios, vacíos estratégicos, dobles alturas y elementos filtrantes, se consigue que la luz cenital recorra el edificio desde la cubierta hasta la planta baja, generando una experiencia espacial rica y matizada. Esta nueva estructura de luz no solo mejora la calidad ambiental, sino que permite vincular visual y emocionalmente las distintas plantas.

El resultado es una vivienda que no es solo un ejercicio de restauración, sino una apuesta decidida por hacer de la arquitectura una herramienta de continuidad, donde el pasado, el presente y el futuro conviven de manera armónica en un espacio pensado para ser vivido plenamente.